Antíoco


Nombre de trece reyes de la dinastía seléucida que en los 40 años que siguieron a la muerte de Alejandro Magno en 323 a.C. había logrado el dominio de Asia Menor, Siria, y las partes más occidentales de los dominios orientales de Alejandro. Siendo una dinastía helénica, trataron de mantener el dominio en este vasto imperio fundando o repoblando una cadena de ciudades grecomacedónicas en todo su largo y ancho. Antioquía, a orillas del Orontes, fue la capital de dichas ciudades, con Seleucia en el Tigris como segunda capital para administrar las provincias orientales. 

 Antíoco I era hijo de Seleuco I, fundador de la dinastía, y de Apama I. Reinó juntamente con su padre desde el año 292, sucediéndolo a comienzos del 280, manteniéndose en el trono hasta morir el 1 o el 2 de junio del 261. Alrededor del 275 fue honrado con el título de Soµteµr (‘salvador’) por haber liberado varias ciudades de Asia Menor de manos de los galos; fundó muchas ciudades helénicas. Durante su reinado hubo muchos conflictos con la dinastía tolemaida de Egipto.

 Antíoco II, hijo menor de Antíoco I y de Estratónice, sucedió a su padre en el 261. Liberó Éfeso, Jonia, Cilicia, y Panfilia de la dominación egipcia, y a cambio de su autonomía las ciudades de Asia Menor le dieron el título de Theos (‘dios’). Desterró a su primera esposa, su prima Laodice, a sus dos hijas y a sus dos hijos, y en 252 se casó con Berenice, hija de Tolomeo II Filadelfo de Egipto. Murió en el 246.

 Antíoco III, hijo menor de Seleuco II y nieto de Antíoco II y de Laodice, sucedió a su hermano mayor Alejandro Seleuco III Soter cuando este último fue asesinado en 223. Mientras reducía la parte S de Siria y Palestina en el 217 fue derrotado en Rafia por Tolomeo IV Filópator de Egipto, pero una victoria en Panión (la Cesarea de Filipos del NT) en 198 a.C. le dio el control total de dichas regiones, que anteriormente formaban parte del imperio de los Tolomeos. Luego de sofocar dos revueltas domésticas, condujo un ejército victorioso hacia el Este hasta Bactriana para reconquistar el antiguo imperio seléucida; por esto fue llamado por los griegos "el Grande’ ya que había asumido el título aqueménida de "Gran Rey". Campañas realizadas en Asia Menor y en Grecia dieron por resultado sucesivas derrotas por Roma, culminando en la batalla de Magnesia (189) y el subsiguiente Tratado de Apamea, por el que cedió a Roma todo el Asia Menor al Norte y al Oeste de los montes Tauro. Murió en el 187 y fue sucedido por su hijo Seleuco IV Filópator.

 Antíoco IV, hijo menor de Antíoco III y de Laodice III, sucedió a su hermano Seleuco IV en 175. Hasta el 170/169 reinó con su sobrino Antíoco, el pequeño hijo de Seleuco, que en ausencia de su tío fue asesinado por Andrónico, el que también arregló el asesinato de Onías III (el sumo sacerdote depuesto ilegalmente), y él mismo fue finalmente ejecutado como castigo. Durante su reinado hubo muchas intrigas en pos del sumo sacerdocio de parte de Jasón y Menelao, a raíz del mal comportamiento de los cuales Antíoco visitó Jerusalén en el 169 e insistió en entrar en el lugar santísimo, de donde se llevó algunos de los utensilios de oro y de plata. Presiones ejercidas por Egipto lo convencieron de la necesidad de helenizar Palestina, y las medidas adoptadas contra la antigua religión dieron por resultado la cesación de los sacrificios en el templo y la construcción de un altar griego en el lugar del altar viejo el 25 de diciembre de 167. La revuelta dirigida por Matatías de la casa de Asmón y sus cinco hijos condujo a la reconsagración del templo sólo tres años después. Antíoco, quien en monedas correspondientes a los últimos años de su reinado se hizo llamar (Theos) Epifaneµs, "(dios) manifestado", murió en campaña en Media en el 164. Antíoco V Eupátor, hijo de Epífanes y de Laodice fue ejecutado por el ejército en 162 cuando entró en Sina su primo Demetrio I Soter, hijo menor de Seleuco IV y sucesor legal de Epífanes.

 Antíoco IV Epífanes Dionisio, el hijo infante del pretendiente Alejandro Balas (que gobernó en 150–145), fue propuesto como rey por Diodoto (Trifón) en 143, destronado por él en 142 y asesinado por él también en 138.

 Antíoco VII Sidetes, hijo de Demetrio I Soter, depuso a Trifón en 139 y gobernó hasta 130/129. Después de su decreto a favor de los judíos (1 Mac. 15.1–9), por el que por primera vez se les permitía acuñar su propia moneda, invadió Judea y la subyugó en 134, concediéndole al pueblo libertad religiosa. El resto de la historia de la dinastía es un relato de constantes rivalidades por el trono.

 Antíoco VIII Gripo (sobrino de Sidetes) gobernó del 125 al 115, cuando fue expulsado por Antíoco IX Filópator (Ciziceno), hijo de la madre de Gripo, Cleopatra Tea, y de Sidetes. Gripo volvió en el 111 y reconquistó todo excepto Celesiria, que Ciziceno gobernó hasta su muerte en 95. En el 96 murió Gripo, y entre contendientes subsiguientes por el trono que llevaban este nombre hubo dos hijos de Gripo (Antíoco XI Epífanes Filadelfo y Antíoco XII Dionisio), y un hijo y nieto de Ciziceno (Antíoco X Eusebio Filópator y Antíoco XIII Asiático). Este último gobernó del 69 al 65 y fue el último de los monarcas seléucidas; cuando Pompeyo colonizó el E en 64 anexó Siria a Roma.

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