Chikungunya y ébola: Los virus “modernos”

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Hay muchas noticias sombrías en los medios últimamente (aviones cayéndose, bombardeos en Gaza y la dichosa economía que no mejora). Entre las cosas publicadas que nos preocupan (aparte de que se van a llevar el agua si no llueve) es que anda el virus chikungunya. Aunque a los boricuas les parezca que este virus es nuevo, fue identificado por primera vez en Tanzania, África en 1953. Durante los últimos 60 años, han surgido brotes de chikungunya en África y Asia. En 2007, se reportaron casos en Italia. Se identificó por primera vez en San Martín en diciembre 2013 y en los pasados meses, se ha propagado por todo el Caribe y han surgido casos en Estados Unidos.

Chikungunya tiene síntomas parecidos al dengue (fiebre, dolor de cabeza y en las articulaciones, salpullido, etc) y se transmite por los mismos mosquitos (A. aegypti, A. albopictus). Hasta ahora, no existe vacuna o tratamiento para el virus. Al igual que el dengue, se trata los síntomas con acetaminofén. Según el Centro de control de enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), agraciadamente muertes a causa del virus son muy raras. Pueden entrar a la página del CDC para más información.

Sin embargo, chikungunya no es el único virus en los titulares de noticias. El virus de Ébola está haciendo estragos en los países africanos de Liberia, Sierra León y Guinea; donde presuntamente han muerto más de 600 personas a causa del virus. Según WHO (Organización Mundial de Salud), se identificó el virus de Ébola por primera vez en Sudan y El Congo en 1976. Desde entonces, se ha identificado cinco especies del virus. Este se pega por contacto con la sangre y otros fluidos corporales (por ejemplo: saliva y semen). Los síntomas son dolor de garganta y cabeza, fiebre, dolor muscular, vómito, diarrea, salpullido, disminución en función de hígado y riñones seguido por sangrado interno y externo. Tristemente, la tasa de mortalidad de 90% y también afecta a primates (gorilas y chimpancés) y monos. Lo que agrava la situación es que no existe tratamiento ni vacuna para Ébola.

¿Qué tiene que ver el virus de Ébola con Puerto Rico? Hasta el momento, nada. Debido a que las áreas donde han ocurrido los brotes son reclusas y que la tasa de mortalidad es tan alta, se le hace difícil al virus de Ébola propagarse con la misma rapidez que la influenza y hasta el Chikungunya. No obstante, esto no significa que sea imposible y por consiguiente, organizaciones mundiales de salud (por ejemplo, WHO, CDC y Médicos sin Fronteras) están tratando de ayudar a contener el brote. Si algo nos ha enseñado la historia de los virus “modernos” (gripe aviar, gripe porcina) es que hacen estragos por todo el mundo si no se contienen.

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