El ébola y la gripe: diferencias y similitudes de un virus letal

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  • En el ébola, a la aparición súbita de fiebre le sigue una debilidad extrema que nada tiene que ver con el cansancio habitual de los afectados por gripe.
  • El principal síntoma de la gripe, que se espera genere una campaña dura, es la fiebre (entre 39 y 41 grados), acompañada de dolores en el cuerpo, escalofríos, mareos, dolor de cabeza, decaimiento y nauseas.


  • La llegada del virus del ébola a España ha conmocionado al país. Primero por la falta de profesionalidad y recursos y luego por dar una imágen de incompetencia y miedo que tacha a un país de vulnerable en una enfermedad que aún no saben cómo tratarla.

    Con el otoño y la llegada del invierno, uno de los virus más comunes que azota a muchos españoles es la temida gripe. Pero afortunadamente para este virus sí hay vacuna. Por ello, desde Sanidad recomiendan su puesta en marcha para vacunarse a mayores de 65 años, grupos de riesgo y personal sanitario.

    El principal síntoma de la gripe, que se espera genere una campaña dura, es la fiebre (entre 39 y 41 grados), acompañada de dolores en el cuerpo, escalofríos, mareos, dolor de cabeza, decaimiento y nauseas. En un periodo de 4 a 7 días tras su aparición, es normal que los síntomas desaparezcan, aunque la tos y la sensación de cansancio pueden durar varias semanas.

    El problema de esta campaña anual puede derivarse de la similitud de su sintomatología con la que presenta el Ébola. Para evitar la confusión masiva, está previsto el desarrollo de una campaña informativa a través de los medios de comunicación. Servirá para recordar a la población la importancia de recibir la vacuna, especialmente si se encuentra entre los llamados "grupos de riesgo".



    Pero qué diferencia hay entre el virus el ébola y la gripe. El principal síntoma de la gripe, que se espera genere una campaña dura, es la fiebre (entre 39 y 41 grados), acompañada de dolores en el cuerpo, escalofríos, mareos, dolor de cabeza, decaimiento y nauseas. En un periodo de 4 a 7 días tras su aparición, es normal que los síntomas desaparezcan, aunque la tos y la sensación de cansancio pueden durar varias semanas. 


    En el ébola, a la aparición súbita de fiebre le sigue una debilidad extrema que nada tiene que ver con el cansancio habitual de los afectados por gripe. Luego le siguen fuertes diarreas, vómitos y erupciones cutáneas y, en una fase más avanzada, una gran deshidratación, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas. La debilidad es tan intensa que los enfermos no tienen fuerza ni para hablar ni para moverse.

    La tos o un estornudo no es un síntoma del ébola, como sí puede serlo de un catarro que precede a una gripe, que también es mucho más infectiva que el virus africano. Puede ocurrir, sin embargo, que por otros motivos un enfermo pueda estornudar. Si ocurre esto, ¿me puede contagiar? No es fácil, pero tampoco imposible. Sí puede hacerlo si su saliva o sus mocos entran en contacto con los ojos, la boca o la nariz de la otra persona.

    José Ramón Arribas, jefe de la Unidad de Infecciosos del Complejo Hospitalario La Paz-Carlos III, lanzó un mensaje tranquilizador: "Siempre existen riesgos incluso utilizando los mejores protocolos", afirmó, puesto que "no existe un 0% en medicina". Sin embargo, Ramón Arribas como otros expertos recuerda que el virus del ébola no se transmite hasta que el enfermo presenta los primeros síntomas de la enfermedad: "Solo es posible el contagio mediante el contacto directo con el paciente que tiene fiebre". 

    Es decir, a diferencia de la gripe cuyo mayor riesgo de contagio es durante el período de incubación de entre 18 y 36 horas, el virus del ébola no se transmite durante su estado latente que puede durar entre 2 y 21 días. Las infecciones de ébola pueden producirse de persona a persona o de animal a persona, a través del contacto directo con fluidos de personas portadoras del virus y sólo serán contagiosas desde el momento en el que el paciente empieza a presentar síntomas febriles.
    RIESGO DE INFECCIÓN POR EL VIRUS DEL ÉBOLA Y CÓMO EVITARLA

    Incluso si vive en zonas afectadas o ha viajado a ellas, el riesgo de infección por el virus del Ébola es extremadamente bajo, siempre que no haya estado expuesto a líquidos corporales de una persona o un animal infectados, ya estén vivos o muertos. El con tacto con líquidos corporales incluye el contacto sexual sin protección con los pacientes durante las siete semanas siguientes a su restablecimiento.

    El contacto fortuito en lugares públicos con personas que aparentemente no están enfermas no transmite la enfermedad. No puede contraer el virus del Ébola por manipular dinero o alimentos, ni por bañarse en una piscina. Los mosquitos no transmiten el virus del Ébola. El virus del Ébola se elimina fácilmente con jabón, lejía, luz solar o con la sequedad. Con el lavado de la ropa en la lavadora se destruye el virus. El virus del Ébola sobrevive durante poco tiempo en superficies que están al sol o que se han secado.

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