
Juan 14:27
A medida que los problemas se acumulan, podemos desanimarnos y darnos por vencidos. Pero, basar toda nuestra esperanza en la capacidad del hombre para resolver los problemas o modificar una situación, no es la respuesta. Podemos tener solamente paz temporal cuando modificamos nuestras circunstancias o ajustamos nuestra conducta externa.
La esperanza del creyente descansa en el Dios Trino —Padre, Hijo y Espíritu Santo. Nuestro Padre celestial nos conoce a cada uno por nombre
(Isaias 43: 1). Nuestro Salvador cumple cada promesa divina
( 2 Corintios 1:20). Y el Espíritu Santo nos garantiza que estamos seguros en Cristo, tanto en esta vida como en la venidera.
(Isaias 43: 1). Nuestro Salvador cumple cada promesa divina
( 2 Corintios 1:20). Y el Espíritu Santo nos garantiza que estamos seguros en Cristo, tanto en esta vida como en la venidera.
