En Hch. 10.1 y siguientes un centurión romano de Cesarea en Palestina, de la clase de gentiles conocidos como "temerosos de Dios" por haberse unido a las prácticas religiosas judías, tales como la de dar limosnas y efectuar oraciones, por las que Cornelio recibe especial mención.
Cornelio era un (nomen)
común en el mundo romano desde la época en que Publio Cornelio Sulla emancipó 10.000 esclavos en el 82 a.C. y los enroló en su propia gens Cornelia.
Cabe recordar el significado de (nomen):
El nomen de los romanos es el equivalente a nuestro apellido. Se heredaba de padres a hijos y designaba a todos los descendientes de un antepasado común: Julio, Sergio, Servilio, Tulio, etc.
Por ejemplo:
Cayo Julio César (de la familia de los Julios).
Lucio Cornelio Sila (de la familia de los Cornelios).
Los libertos solían adquirir el nomen de la familia de la que habían sido esclavos, y las mujeres eran nombradas únicamente por el apellido familiar en femenino.
El Cornelio de Hechos resulta particularmente notable por ser el primer converso gentil al cristianismo. Cuando él, los de su casa, y sus amigos escucharon la predicación de Pedro, creyeron y recibieron el Espíritu Santo, tras lo cual fueron bautizados por orden de Pedro. La importancia de este acontecimiento en la opinión de Lucas recibe realce por su repetición (Hch. 11.1–18; 15.7, 14). La "compañía llamada la Italiana", a la que pertenecía Cornelio, era una compañía auxiliar formada por ciudadanos romanos, cuya presencia en Siria en el siglo I d.C. está demostrada por las inscripciones.