En medicina, el hipo se denomina 'singulto', y consiste en un sonido inspiratorio consecuencia de la contracción brusca, involuntaria e intermitente del diafragma (músculo que se encuentra en la base de los pulmones) y músculos inspiratorios. Se considera una reacción transitoria de nuestro organismo. Con frecuencia, el hipo comienza sin razón aparente y suele desaparecer después de unos pocos minutos.
El hipo es común y normal en recién nacidos y en bebés.
El hipo es común y normal en recién nacidos y en bebés.
El sonido proviene de un brusco flujo de aire dentro de los pulmones que causa que la epiglotis se cierre, provocando el típico sonido “hic”.
Es un problema transitorio que suele durar unos minutos y en la mayoría de los casos es benigno. En raras ocasiones, el hipo puede durar días, semanas o meses siendo “hipo persistente”, que necesitará atención médica.
El funcionamiento del diafragma consiste en éste desciende cuando se inhala para que los pulmones se llenen de aire, y subir cuando se exhala para facilitar la salida de aire de los pulmones. Cuando este mecanismo no sucede así, es decir el diafragma sube o baja antes de lo normal, la respiración se hace diferente, provocando el hipo. Entre sus posibles causas tenemos:
- Comer en exceso.
- Comer muy rápido.
- Abuso de alcohol
- Irritación del diafragma.
- Alteración en el estómago.
- Estados de nerviosismo o excitación.
- Cirugía abdominal.
- Alimentos o líquidos picantes o condimentados.
- Cualquier enfermedad o trastorno que irrite los nervios que controlan el diafragma.
No existe una pauta clara para frenar el hipo, pero sí sugerencias comunes como:
Tomar un vaso de agua fría.
Aguantar la respiración.
Tomar una cucharada de azúcar.
Respirar repetidamente dentro de una bolsa de papel.